Entre la Playa y el Cielo · Miguel Peraza | Casa Gemela
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MIGUEL PERAZA · ENTRE LA PLAYA Y EL CIELO
Mayo 2024

ENTRE LA PLAYA
Y EL CIELO

“… Cuanto más se prolonga la observación con mayor fuerza emerge el arquetipo desde la sombra para cargar de complejidad el discurso de estas obras. Pero eso es lo que tiene el arte; donde el artista termina, empieza todo lo demás. Desde el momento en que se inserta una paradoja en la estructura del objeto, se manifiesta una intención de expresar algo ajeno a todos los supuestos. …”

Lope Nieto Nuño, Eichgraben – Baja Austria, mayo 2023.

MIGUEL PERAZA

Escultor y experto en el mercado del arte

En la extinta región más transparente del aire, la Ciudad de México, cuna de innumerables talentos artísticos, emerge la figura de Miguel Peraza, un escultor cuya obra trasciende fronteras geográficas y estilísticas para dialogar con el universo mismo.

Nacido el 29 de septiembre de 1959, Peraza ha labrado un camino en el arte que lo ha llevado a explorar los rincones más recónditos de la creatividad humana. 
Desde sus primeros pasos en el mundo del arte, allá por la década de los setenta del siglo pasado, Peraza ha demostrado una inquietud insaciable por explorar las posibilidades infinitas que ofrece el mundo de la escultura.

Heredero de una gran tradición artística, Peraza aprendió desde niño los entresijos de la escultura e imprimió un estilo propio a sus creaciones.

Su producción se ha desplegado en un abanico de estilos y temáticas, desde la geometría sensible hasta la abstracción conceptual, pasando por el realismo en bronce clásico. No obstante, es en sus incursiones más recientes donde encontramos la plenitud de su genio creativo: un viaje hacia los confines del cosmos y la exploración del espacio íntimo del ser humano.

La incansable búsqueda de Peraza por compartir su visión artística lo ha llevado a los recintos sagrados del conocimiento: las universidades. Es en estos espacios de aprendizaje donde sus esculturas encuentran un hogar, dialogando con estudiantes y académicos en un intercambio fecundo de ideas y sensaciones.

Desde la majestuosidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

hasta los campus del Tecnológico de Monterrey (ITESM) y más allá, Peraza ha dejado una huella imborrable en el alma de las instituciones educativas que lo han acogido. La insistencia en llevar su obra a los recintos de educación superior lo llevó a ser conocido como el escultor de Universidades.

Sus obras se despliegan en diversos espacios del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM); la Universidad Simón Bolívar (USB); los Campus de, Dolores, Victoria, y León del Sistema de Universidades Tecnológicas (UT); la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato (UVEG).

Y en el extranjero, la Universidad Nacional de Bucaramanga (UNAB), en Colombia, y la Universidad de Southern Indiana (USI), en los Estados Unidos.

Pero el arte de Peraza no se confina a las fronteras de México; su obra ha cruzado océanos y continentes para encontrarse con públicos ávidos de belleza y reflexión. Ha producido más de 1000 obras de caballete y 40 monumentos en México y en otros países. 

Desde los paisajes exuberantes de Colombia hasta las majestuosas montañas de los Emiratos Árabes Unidos, Peraza ha llevado su mensaje escultórico a diversos rincones del planeta.

Destacan monumentos como “La Balanza” y “Reloj Solar”, ambas del 2002, en Bucaramanga, Colombia, así como la emblemática “Nosotros Siempre”, que reposa en el Panteón Civil de Leiden, en los Países Bajos. Si se colocara un pin en un mapa del globo terráqueo para señalar las esculturas monumentales de Peraza alrededor del mundo se dibujarían líneas trasatlánticas de ida y vuelta, entre América y Europa: desde “Ajedrez Cervantino” (1993), que asocia abstracción geométrica con formas humanas y animales, ubicada en México, pasando por el “El Oscuro encanto del cine” (2007), en San José de Costa Rica, o “Horizonte” (2022), instalada en Chile, (2007), hasta “Nosotros siempre”, que adorna una tumba en el Panteón Civil de Leiden, en Holanda (2010), o “La Columna de Vacío” (2020), que yace en Israel, o “Turbulencia Marina” (2023), en Francia… Sobresalen también “El Hombre Rojo” (2006), “Rehilete” (2006), “Música Matemática” (2007), y “Composición Simple” (2007), que corresponden a su aro creativo de geometría sensible y recursos industriales. Mención especial tienen las esculturas monumentales “Cubo de Guízar”, instalada en 2015 en la Universidad Biomédica “Rafael Guizar y Valencia”, en Xalapa, Veracruz, y “Dos Llamas”, una magna escultura que se intregrará al Paseo de la Reforma y que se elaboró a instancias del Club Rotario de la Ciudad de México, que conmemora sus 100 años y se instalará en 2024.

Sus esculturas también están presentes en otras geografías, como Chile, Francia y España.

Cada pieza es un testimonio del talento y la visión de un artista comprometido con trascender fronteras físicas y culturales. Cuentan con más de 50 exposiciones individuales y 60 obras públicas o monumentales, que se integran al espacio público, haciéndolo honor a la máxima que Peraza ha convertido en el sino de su plástica: “Arte que no es para todos no es arte”.

Las esculturas de Peraza también han sido acogidas en museos, galerías y colecciones privadas alrededor del mundo. Desde el Museo de Arte de Querétaro hasta el Centro Cultural Diógenes en España, pasando por prestigiosas colecciones como la de BBVA Bancomer en México y la Southern Indiana University en Estados Unidos, la obra de Peraza ha encontrado un eco en los corazones y mentes de aquellos que buscan una experiencia estética transformadora.

El legado de Peraza va más allá de la piedra y el metal: su obra ha inspirado a escritores y pensadores a plasmar en palabras la grandeza de su visión artística. Desde el análisis crítico de Fernando Leal Audirac hasta los cuentos de Gustavo Adolfo Becerra, pasando por las conversaciones con Eduardo De la Vega Alfaro, la obra de Peraza ha sido objeto de estudio y admiración en la literatura contemporánea.

Su presencia en la hemerografía impresa y digital es innegable, con más de 20 mil referencias que testimonian la relevancia y el impacto de su trabajo en la cultura moderna.

El talento de Peraza ha sido reconocido en múltiples ocasiones, tanto en el ámbito artístico como en el académico. Peraza ha cosechado numerosos galardones a lo largo de su carrera. Su dirección artística en la película “Bienvenido-Welcome” le valió el prestigioso premio Ariel en 1996, mientras que su labor en el ámbito educativo fue reconocida con la medalla “Carrera al Universo”, otorgada por el ITAM.

Fue nominado al Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2005 y es miembro del Sistema Nacional de Creadores (SNCA) desde 2022. También es miembro del Consejo Nacional de Ciencias y Artes Cinematográficas.

En la obra de Miguel Peraza encontramos la síntesis perfecta entre la exploración del cosmos y la reflexión sobre la condición humana.

A través de su incansable labor creativa, Peraza ha demostrado que el arte es mucho más que una expresión estética: es un puente que une el pasado con el presente, el individuo con el universo, el caos con la armonía. En cada obra, en cada gesto, encontramos la huella indeleble de un maestro del arte cuyo legado perdurará por generaciones venideras. 

En su ciclo creativo ha producido obras de geometría sensible, arte industrial, abstracción conceptual y realismo en bronce clásico.

Recientemente incursiona en un nuevo aro creativo que temáticamente se relaciona con los navegantes, los instrumentos, los vehículos, los horizontes, la búsqueda hacia el interior en el espacio íntimo, en la galaxia, o la célula.

Sus materiales y técnicas reúnen la experiencia entre la construcción geometría sensible, arte industrial, a partir de objetos descubiertos, ensamblajes con tornería, pintura automotriz, tensores, tornillos, tuercas, soldadura, logrando síntesis que van de lo caótico a lo subliminal en armonía con la exigencia minimalista y de construcción simbólica.

Miguel Peraza: un nombre que quedará grabado en letras de oro en la historia del arte mexicano.

Sus esculturas son portales hacia nuevos

mundos de significado y belleza, lo que

trasciende su condición de objetos.